miércoles, 15 de junio de 2011

Epílogo.- Cinco años después...


—No lo puedo creer. Cómo es que tú te vas a casar y yo aún estoy soltera —no paraba de reclamar Irma mientras entre mi madre y la tía Mary me acomodaban el vestido blanco y esponjoso, que al fin podía llenar en los lugares correctos.
—Eso es porque no hay quien te soporte, querida —le dijo la tía Mary entornando los ojos.
Mi madre y yo nos echamos a reír mientras Irma se daba la vuelta ofendida.
—La limusina está afuera, lista para recibir a la novia —dijo Rachel, que se veía preciosa enfundada en su vestido rosa. Ella iba a ser la madrina más espectacular de la historia—. Te ves hermosa, Al.
Se le humedecieron los ojos al igual que a mi madre y a mí.
—No puedo creer que el día llegó —dijo mi madre entre sollozos—. Parece que fue sólo ayer y no hace tres meses cuando me dijiste que te ibas a casar.
La abracé y besé su mejilla.
—No llores, mamá. ¿No estás feliz por mí? —le pregunté con un nudo en la garganta.
—Lloro de alegría, cariño —me dijo dándome un fuerte abrazo.
—Si lloran se les va a correr el maquillaje, tontas —dijo Rachel, que atrapaba las lágrimas antes de que salieran de sus ojos.
Me eché a reír.
—Voy a llorar igual en tu boda —le dije dándole un abrazo.
—Ya lo sé. Tú lloras por todo —dijo riendo—. Vamos ya.
Afuera de la casa de mi madre nos esperaba una limusina blanca, la cual era lo suficientemente grande para que cupiesen todas las damas de honor —mis primas Wendy, Sacha y la odiosa Irma—, mis tías —Mary, Trudy, Angeline, Claudia—, mi madre, la madrina y yo.
Todos ya nos esperaban en la iglesia. La ceremonia legal había sido en un viaje a las vegas del que solo tenía el recuerdo de que fue en vacaciones de la universidad. Ese día amanecí con un nuevo anillo, un papel en la almohada y una resaca monumental.
Al llegar todas me ayudaron a bajar del auto con cuidado para no arrugar el precioso vestido. Rachel se había encargado de que mi cabello fuera adornado por un estilista profesional que contrató a domicilio. El maquillaje prefirió hacerlo ella misma.
El abuelo Noa y dos pequeñas niñas de seis y cinco años llamadas Milla y Sara, que eran hijas de Lorena —mi maestra de historia de la legalidad en la universidad, con quien había hecho una muy buena amistad—, me esperaban en frente de las enormes puertas abiertas de par en par. Las niñas se encargaron de recoger mi velo mientras que el abuelo me agarró fuerte del codo y se irguió con seriedad mientras me acompañaba al altar.
—La más bonita de mis nietas es la primera en casarse —dijo, guiñándome un ojo.
—Gracias por esto, abuelo —le dije con voz ahogada y besé su mejilla.
Sentí que mi corazón daba un vuelco, se paralizaba y luego latía tan rápido y fuerte que parecía salirse de mi pecho.
Escuché entonces la música que marcaba mi entrada, la marcha nupcial.
Caminamos lento, como lo habíamos ensayado, con la vista fija en los ojos de Martin, que miraban los míos fijamente. La sonrisa parecía casi no caber en su hermoso rostro. Me sentí flotar más que caminar al altar, hasta que finalmente mi abuelo puso mi mano sobre la suya.
Estaba atrapada en su mirada.
—Sí, quiero —dijo Martin, sorprendiéndome, ya que había olvidado donde estábamos.
—Y tú, Alice Claire Miller ¿Quieres recibir a este hombre, Martin Hogan, como esposo y prometes serle fiel en la alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad y así, amarlo y respetarlo todos los días de tu vida, hasta que la muerte los separe?
—Sí, quiero —respondí con voz quebrada por la emoción y las lágrimas.
—Entonces, yo los declaro marido y mujer. Puede besar a la novia —dijo el sacerdote con una sonrisa.
Martin abrazó mi cintura y me cargó mientras me besaba. Apenas salvé el ramo de flores de quedar aplastado entre los dos.
La gente estalló en aplausos, risas y silbidos.
Nos encaramos a las personas y fuimos tomados de la mano mientras saludábamos a todos los que estaban a presentes.
—Felicidades —me dijo Alex mientras me abrazaba con euforia—. Lamentablemente sigo deseando haber sido yo el que te llevara al altar.
—Ya son muchos años los que han pasado. Es tiempo de que vivas la vida loca —le dije riendo.
Suspiró y me dejó ir. Después me encontré con los brazos de Daniel, quien iba de la mano con una mujer escultural de pelo rubio y ojos azules.
—¿Nueva novia? —le pregunté mientras lo abrazaba.
—Siguen sin llegarte a los talones —respondió dándome un beso en la mejilla.
Me eché a reír y apreté su mano.
—Gracias por venir —le dije.
—No podía faltar.
Carlos e Irving también estaban ahí. Helen con su novio. Natalie seguía siendo mi amiga a pesar de los años. Sofía ya estaba casada y festejando a lo grande con su novio, Lucas y Verónica estaba empapada en llanto, abrazando a Bruce.
Salimos de la iglesia. Todas se pusieron en fila y yo me di vuelta, lista para lanzar el ramo. Escuché gritos y me giré para ver quien lo había alcanzado. Wendy daba brincos y vitoreaba, después abrazó a un muchacho alto y delgaducho y lo besó apasionadamente. Me quedé con la boca abierta y aplaudí al igual que el resto de las personas.
Una lluvia de arroz nos alcanzó de repente mientras subíamos a la limusina.
Me despedí de todos, dejándolos atrás mientras el auto se alejaba. Martin captó mi atención después de un momento y besó mis labios con ternura y adoración, después acarició mi vientre y lo besó.
—¿Cuándo les diremos lo del pequeño? —preguntó.
—Dejemos que se empiece a notar —dije echándome a reír.
—Sigo sin creer aún que vamos a ser papás —dijo emocionado, besando eufóricamente todo mi rostro—. Si es una pequeña Alice, va a ser tan perfecta como su madre. Vamos a ser una familia tan hermosa…
—Lo sé —dije, abrazando mi vientre aún plano.
—Por lo pronto, a disfrutar de la luna de miel ¿eh? —susurró con picardía en mi oído.
—No hace falta que lo menciones —le respondí, abrazando su cuello y lanzándome sobre él, quien respondió a mi intensidad.
—Te amo —dijo con satisfacción.
—Y yo a ti…

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gracias por leer esta historia hasta el final (:
no se pierdan los cuatro extras y el capítulo 1 de la versión Martin...

por cierto, estoy haciendo algo así como... ¿una competencia? bueno, es más bien una invitación... Después de leer lo extras me preguntaba si le gustaría hacer fanfics de la historia... y en caso de que sí sería una competencia en donde habría 1°, 2° y 3° lugar... y ya les explicaría más tarde todo el rollo, pero ¡hey! si les gustaría que se hiciera, avisenme en un coment ok?
bueeeeno... nos vemos (:

un beso!! y gracias XD

atte. Ale Gorrito <3

3 comentarios:

  1. umm... me gustaría, pero sería un oneshot, tardaría mucho en acerlo... y sería genial, pero sacaría algo bien loco de eso

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  2. :DDD me encantaría verlo!!! te juro que me gustaría muchísimo!!!!! >.< si lo haces por favoooor déjame verlo shi? :3
    sería geniaaaaaaaal!!

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  3. Pues de querer, quiero hacerlo, pero no soy muy bueno con personajes que no son mios. Lo intentaré y ya veremos luego...

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