lunes, 13 de junio de 2011

Capítulo 16.- Decisión final (último capítulo)

El sábado llegó como una maldición. Me había prometido a mí misma divertirme y olvidar, pero mientras más lo deseaba más ocurría lo contrario. Para cuando Rachel terminó de encargarse de mis arreglos para el baile, yo sentía que me iba a echar a llorar de solo imaginar a quien podría llevar Martin al baile. En toda esa semana no había hablado conmigo más que cuando yo le dirigí la palabra para decir “hola” y “adiós”.
—Te ves… —dijo Daniel, fingiendo quedarse sin palabras. Me forcé a sonreír.
—Gracias.
—De verdad, estás preciosa.
Asentí.
—¿Nos vamos? —pregunté.
Nos iríamos en el auto de la madre de Austin, ya que él había insistido en llevar a Rachel al baile y Daniel no creyó que fuera buena idea llevar la moto porque Carina no se animaba a prestarle el auto.
—Claro —dijo Austin, abrazando la cintura de Rachel, a quien veía estupefacto.
Llegamos a la escuela adornada con corazones y luces. Me armé de valor y tomé la mano de Daniel mientras caminaba por los pasillos que nos conducían al gimnasio.
Habíamos llegado justo en el momento en que todos ya estaban bailando, saltándonos la parte incómoda del “¿quieres bailar?”. La escuela había contratado a una banda para tener música en vivo.
Daniel y yo empezamos a movernos con la música y opté por concentrarme en él. No quería ver alrededor por miedo a encontrarme con Martin. Después de un rato bailando, Daniel preguntó si quería ponche. Le respondí que sí y me quedé parada en medio de la multitud de chicos bailando mientras él iba por las bebidas, entonces la música cambió a ser lenta. Reconocí la canción, se llamaba Can’t take my eyes off you.
También reconocí la voz que empezó a cantar. Martin estaba en el escenario con sus ojos en mí mientras cantaba y me señalaba.
You are just too good to be true. Can’t take my eyes off you. You’d be like heaven to touch. I wanna hold you so much. At long last love has arrived, and I thank Gog I’m alive. You’re just too good to be true. Can’t take my eyes off you. Pardon the way that I stare. There's nothing else to compare. The sight of you leaves me weak. There are no words left to speak. But if you feel like I feel. Please let me know that it's real. You're just too good to be true. Can't take my eyes off you…
Se me llenaron los ojos de lágrimas al ver que cantaba para mí y las inseguridades de esa semana se desvanecieron, pero las confusiones volvieron más fuertes que nuca, sobre todo cuando en la parte instrumental Daniel de robó la guitarra eléctrica al músico contratado y tocó para mí. Las personas estaban sorprendidas, observando el escenario. Empezaron a animarlos cuando juntos cantaron el coro.
I love you, Alice. And if it’s quite alright I need you, Alice. To warm a lonely night. I love you, Alice. Trust in me when I say… Oh, pretty Alice, don’t bring me down I pray. Oh pretty Alice, now that I found you stay and let me love you, Alice. Let me love you…
Las cosas se pusieron aún más raras cuando, de la nada, Alex también subió y cantó junto a ellos. Mis lágrimas salían de mis ojos a borbotones y ya no sabía si era de felicidad o de tristeza. Antes de que terminara la canción, corrí entre la gente, que hacía espacio a mi paso ya que me observaban.
—¡Alice! —escuché gritar a los tres chicos detrás de mí, que me siguieron atropelladamente.
Me dirigí hasta las canchas que estaban afuera y me tapé la cara con las manos, tratando de ocultar mis lágrimas en vano. Escuché pasos acercarse cada vez, más.
—Nena… —dijo la voz de Martin.
—No la llames así —le dijo Daniel con rudeza.
—No peleen —intervino la voz de Alex.
—Váyanse los tres —les dije con la voz rota, entre sollozos.
—Alice, te amo —dijo Martin. De pronto sentí una mano sobre mi hombro.
—¡Es mi novia! —dijo Daniel, abrazándome y alejándome de Martin.
—¡Tenemos derecho de luchar por ella! —dijo Alex un segundo después.
—Estoy confundida —fue lo único que dije, sintiéndome una idiota.
—Tienes que elegir —dijo Martin, siendo suave en su tono de voz.
—¡Ella ya me eligió a mí! —dijo Daniel, aún a la defensiva.
—¡Acaba de decir que está confundida! —le respondió Alex.
Daniel dudó por un segundo y me miró. Levantó mi rostro para verme los ojos. Lo que vio lo hizo suspirar.
—Creo que es hora de que elijas de verdad —me dijo, entonces besó mis labios con dulzura y se retiró unos pasos de mí, parándose al lado de los otros dos chicos que esperaban por mi reacción.
—No… no puedo elegir así. Necesito unos minutos —titubeé con voz débil.
—Entonces te dejamos sola diez minutos —dijo Alex con amabilidad.
Empujó a los otros dos chicos en dirección al gimnasio y yo pude estar unos segundos sola, en silencio.
Era increíble el giro que había tenido todo. Ahora incluso Alex estaba participando. De alguna manera lo que pasó me hizo darme cuenta de que no podía mentirme a mí misma.
¿Para que sufrir más? La mejor manera de hacer felices a otros es comenzando a ser feliz tú ¿sabías? Me dijeron las dos voces al mismo tiempo. Creo que tú sabes lo que realmente quieres…
Asentí.
—A ser sincera entonces…
Los minutos pasaron y los chicos regresaron.
Me miraron con duda, como si preguntaran si estaba lista. Asentí.
—Necesito hablar a solas con cada uno de ustedes —dije mirando el suelo avergonzada.
—Entonces, por orden alfabético —recomendó Rachel, que se acercaba caminando en compañía de Austin, mirándome con seguridad, como si confiara en mi decisión—. Que Alex sea el primero.
Asentí de nuevo.
—¿Qué haces aquí? —le preguntó Daniel molesto.
—No me quería perder de esto por nada del mundo —dijo con una risita—. Largo, que va a hablar con Alex.
Me guiño un ojo antes de irse y yo le sonreí.
—No me elegiste a mí —dijo Alex agachando la vista después de ver mis ojos.
Suspiré y lo abracé.
—Lo siento, de verdad —le dije.
—Lo sabía, es sólo que no podía dejar de intentar… —respiró profundo—… Al menos no me quedé con la duda.
Se echó a reír con tristeza.
—Sabes que te quiero —susurré.
—Ojalá fuera suficiente —deseó.
—Ojalá.
—¿Al menos puedo tener un premio de consolación? —preguntó con timidez.
—Lo que quieras —le dije con una sonrisa.
—Podría besar tus labios, solo una vez —pidió ruborizándose.
Sonreí y, roja con un tomate, asentí.
Se acercó lento hasta que sus labios tímidamente rozaron los míos y los entreabrieron un poco. Suspiró al alejarse.
—Gracias —dijo cerrando los ojos con satisfacción.
—Sólo mantengámoslo en secreto. ¿OK?
Me guiñó un ojo.
—Cuenta con ello…
Me tomó la mano y la dejó ir lentamente mientras caminada hacia atrás. Al poco tiempo vi a Daniel caminar hacia mí.
Me contempló inseguro. Me acerqué a él y lo abracé.
—Lo siento… —susurré en su oído.
Suspiró y me apretó fuerte contra él.
—Siempre estaré esperando a mi segunda oportunidad —me dijo—. Te amo y siempre te voy a amar, Alice.
—Gracias, pero no habrá más oportunidades. Encontré a mi alma gemela, sin quien no puedo vivir.
Gruñó y refunfuñó.
—Maldito suertudo —masculló entre dientes.
Me reí ligeramente y después besé su mejilla.
—Adiós —le dije.
Asintió derrotado y volvió de donde vino. Un minuto después escuché los pasos de otra persona. Vi a Martin caminar hacia mí con una sonrisa herida. Se paró a unos pasos de mí.
—Acércate —le dije sonriendo.
—No le veo el sentido —dijo mientras una lágrima surcaba su mejilla.
—¿Por qué? —le pregunté, levantando una ceja y con media sonrisa.
—Daniel ya me dijo que lo elegiste a él. Sólo me llamaste para darme la negativa ¿no? Está bien, sabré acostumbrarme…
Entorné los ojos y negué con la cabeza.
Daniel…
Me acerqué a él con cautela.
—Hm… Quiero que me digas algo —le dije sonriendo una vez que alcancé su mano—. ¿Haría esto si hubiera elegido a Daniel?
Me paré de puntitas y besé sus labios con suavidad, acariciando su cara y su pelo. Abrazó mi cintura y cuando nos miramos vi que sonreía.
—Creo que no…
—Entonces creo que no elegí a Daniel ¿o sí?
Una risa renovada y fresca salió de sus labios. Me levantó del suelo y me dio vueltas en el aire.
—Te amo —dijo en mi oído.
—También te amo —le respondí cien por ciento segura de lo que decía.
—¿Y los miedos?
—¡Qué más da! Si voy a vivir, voy a vivir sin reservas…
Besó mis labios una vez más, apasionadamente, como no lo había hecho desde hacía un tiempo.
—Te amo —repitió.
Toqué su pecho y sentí su corazón latiendo de prisa.
—Siempre voy a estar contigo —dijo, depositándome en el suelo y sacando el anillo que tenía mi nombre de su bolsillo. Lo puso en mi dedo y besó mi mano—, hasta que la muerte nos separe.
—Ni la muerte nos va a separar —dije, recargando mi cabeza en su pecho.
¿Así termina esta historia de amor? Preguntó alguna de las voces de mi cabeza. Ya no me importaba más cuál de ellas hablara, estarían de acuerdo de cualquier modo.
No, así empieza esta historia de amor.




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hola!! bueno, quería decirles que este ha sido el último capítulo, pero que aún no termina esta historia... eso sí, queda poquito u___u
les aviso que hay un epílogo que pronto subiré ^^ y después de este unos extras que no necesariamente van muy acorde con el ritmo de la historia, simplemente son lo que son: extras, y espero que los disfruten ^^ son 4!
y... ya después de los extras, subiré el primer capítulo de la versión Martin, que estaba planeado para ser one-shot, pero debido a un par de peticiones estoy viendo la posibilidad de continuarlo... pero ya hablaremos de eso en su momento, por ahora sólo espero que hayan disfrutado de este último capítulo y que sean pacientes para lo que viene después, creo que les va a gustar ;) sé lo que les digo jijijiji XD
Y, por cierto...
¡¡¡gracias por leer!!!

nos vemos, un beso... atte. Ale Gorrito

2 comentarios:

  1. Aleee! ame la historia, y lo genial es qe no acaba jajajajaja
    y siiiiiiiii!!!!
    sigue escribiendo la versión de Martin. :D!

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  2. :OOO bueeeno bueno XDDD lo haré! jaja me has convencido!! :P
    prometo que en estas vacaciones voy a avanzar con la versión Martin XD
    muchas gracias por el coment, Lini-san! :') por el apoyo y por todo! un beso y un abrazo ^^
    estamos en contacto, y gracias de nuevo (:

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